Comprendo perfectamente que
España esté conmocionada por el “caso Bárcenas”. Es normal, no es agradable la
sospecha de que nuestros representantes se forren, cuando lo que debían estar
haciendo es mejorar nuestra vida, pero creo que en términos de inmediatez e
impacto en la vida de las personas hay cosas más urgentes.
Por la temática del blog, y por
interés propio, me refiero a Iberia. No comprendo cómo es posible que con los
ingredientes que voy a enumerar no se monte un escándalo. Por cosas mucho menores,
muchos medios de comunicación han montado peloteras enormes.
¿Qué tenemos?
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Tenemos una compañía aérea que estuvo en
beneficios continuados desde el año 1996 hasta que se produjo su fusión con
British Airways.
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Tenemos a unos directivos excelentemente pagados
que hicieron en tiempo record la fusión que el anterior presidente no quiso
culminar por ser lesiva para Iberia.
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Tenemos a una empresa que, poco antes de
plantear el despido de 7.000 trabajadores, repartió bonus entre sus directivos
a pesar de perder un montón de dinero.
Tenemos un Consejero Delegado de
esta empresa que recibirá un apetitoso premio por culminar el plan de poner en
la calle a un montón de familias.
- Tenemos un Presidente de esta empresa que cambió de discurso en poco tiempo respecto a sus trabajadores, sus accionistas y medios de comunicación.
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Tenemos una empresa española saneada, que se
fusiona con otra ruinosa, cuyos problemas financieros amenazan con arrastrarla.
Los directivos que hicieron esta fusión deberían haberlo sabido, si no es así,
son incompetentes y deben ser cesados. Si lo sabían, la definición es otra.
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Tenemos una empresa, Iberia, que tenía una
excelente posición de caja y beneficios, que tras fusionarse pierde dinero,
vacía su caja, mengua, abandona destinos y despide empleados. Mientras otra,
British Airways, que tras fusionarse tiene beneficios, compra aviones, contrata
empleados y crece en los mercados de Iberia. Así, Iberia abandona destinos que
son rentables (si no, no los cogerían British y otras compañías) mientras cede
pasajeros, carga, etc..a la británica.
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Tenemos una terminal, la T4 de Madrid, que costó
más de 6.000 millones de euros a los contribuyentes españoles, cuyo valor no
aprovechará a nuestro país si acaba siendo controlada por British Airways. Esto
es particularmente grave en los tiempos de crisis que vivimos, siendo el
turismo una de las mayores fuentes de ingresos de España.
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Tenemos una dirección de Iberia que se niega a
acatar un laudo de obligado cumplimiento. Claro desacato.
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Tenemos a un Consejero Delegado de IAG,
auténtico mandamás de Iberia, que se permite el lujo de desafiar al gobierno
español de la manera más chulesca y machista.
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Tenemos noticia de que Iberia, la que pierde
tanto dinero, se gasta aparentemente una enorme cantidad de él en empresas de
comunicación para enfrentar y desprestigiar a sus empleados, especialmente a
los pilotos. Mediante falsas “iniciativas ciudadanas y de trabajadores” que tan
sólo parecen productos de pago que se dedican a hacer de voceros de la dirección.
¿Qué más hace falta para
que se monte un escándalo de tres pares de narices? Periodistas que me
lean…¿Qué más quieren?